En la moderna sala de subastas de Visveiling Urk, la subasta se proyecta en 2 pantallas gigantes (beamers). En una se muestra el reloj de subasta y en la otra, el sistema de información de pesaje. De esta manera, se proporciona mucha más información de la que ofrece un reloj tradicional. La ventaja es que las posiciones del reloj y del sistema de información de pesaje pueden intercambiarse, reduciendo así la posibilidad de fallos.
En el reloj de subasta se muestran, además del lote actual, los siguientes seis lotes de pescado y los cinco lotes ya comercializados. De ese modo, el comerciante puede mantener fácilmente una visión global de los precios. La red informática que controla la subasta está conectada a la red administrativa, de modo que las transacciones de los comerciantes se procesan casi de inmediato y pueden consultarse a través de internet.
El comprador dispone de un moderno teclado con pantalla. Con él, y sin la intervención del subastador, puede seleccionar el número de kilos deseados por lote o por caja. En la pantalla puede visualizar sus propias transacciones, imprimirlas o consultar información sobre su crédito.
Además, puede solicitar una “lista de carga” con la información relevante sobre los datos de la compra. Cada puesto en la sala dispone de dos tomas de datos, a las que, por ejemplo, se puede conectar un ordenador portátil.
Cada comprador en la sala de la Visafslag Urk bv tiene su propio asiento. En la práctica, esto significa que entre 50 y 60 compradores pueden sentarse en las bancas.
En caso de un corte de energía, un generador ubicado en la parte trasera del complejo de la subasta proporciona corriente de emergencia. Así, cada subasta puede continuar sin interrupción.